Blog Oficial de la Real, Muy Antigua, Ilustre, Fervorosa y Humilde Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de La Palma del Condado

viernes, 17 de mayo de 2019

Cartel anunciador Romería Rocío 2019

"Mucho vale una perla,
mucho un diamante,
pero más los amores
de un pecho amante
y esa corona
es amor de cien pueblos
a su Patrona"

Así describía Muñoz y Pavón la corona de la Virgen hace cien años. Una presea de un altísimo valor artístico realizada con ricos materiales que resultan irrisorios ante lo que encierra en su interior: el amor puro, verdadero y entregado a la Madre de Dios, a la Blanca Paloma de las Marismas. Que mejor manera podría haber pues para anunciar cien años después la romería que retirar diamantes, zafiros, rubíes, esmeraldas... y todo el oro cincelado que recubre la corona y sacar a la luz el mayor tesoro que guarda, el amor de tantos rocieros, de tantos palmerinos, que dieron todo lo que tenían para hacer realidad aquella ofrenda a la Madre de Dios.

La ráfaga o resplandor de la Corona es un reflejo de cómo se celebró y en vivió nuestra Hermandad este importante acontecimiento en la historia del Rocío. En la parte inferior, los cultos celebrados en nuestro pueblo nos dan buena cuenta del fervor y entusiasmo con el que se vivieron las vísperas de la Coronación de la Santísima Virgen en La Palma.  A la derecha  una conocida fotografía del altar de la Solemne Novena que se celebró en la Ermita del Valle del 20 al 28 de mayo de 1919, llamando la atención como el Simpecado ocupa el lugar de Nuestra Patrona en el altar mayor de su Ermita una clara muestra del entusiasmo y la devoción rociera que imperaba en La Palma. Al otro lado un fotografía propiedad de la familia Gordillo y que recientemente vio la luz gracias a Juan Diego González, en cuyo reverso se encuentra la siguiente dedicatoria "A mi amiga Rosario Gordillo" recordada camarista de nuestra Patrona y gran devota de la Blanca Paloma. En dicha estampa se puede apreciar la multitudinaria Procesión celebrada en la mañana del jueves 29 de mayo, día de la Ascensión del Señor, con nuestro antiguo Simpecado hasta la casa del Hermano Mayor tras la celebración de la Solemne Función, una celebración que fue presidida por D. Juan F. Muñoz y Pavón, el cual aparece en la fotografía con una vara presidiendo la Procesión ante el Simpecado. Tal fue el entusiasmo con el que se vivieron aquellos días en nuestro pueblo que incluso tuvieron repercusión en la prensa de la época, concretamente el 2 de Junio de 1919 el 'Diario de Huelva' publicaba la siguiente crónica:

«Con la solemnidad acostumbrada, ha tenido lugar la novena y demás cultos que en honor de Nuestra Señora del Rocío, celebra anualmente su piadosa y popular Hermandad.
En la noche del miércoles, terminación de la novena, hizo su recorrido el Simpecado desde la Ermita de Nuestra Señora del Valle, a la iglesia parroquial de San Juan Bautista, en dónde en la mañana del jueves, se cantó la misa de Sol de Concone.
Ofició el presbítero don Alberto Díaz García, actuando de vestuario los presbíteros don Alfonso Cepeda Rodríguez y don José García de campos.
El panegírico, a cargo del canónigo de la Santa Iglesia Catedral de Sevilla y elocuente orador sagrado, don Juan Muñoz y Pavón, fue un derroche de bien y piadoso decir. En elocuentísimos párrafos ensalzó a la Santísima Virgen, diciendo que La Palma era el pueblo que con su ébolo había alcanzado mayor cantidad para sufragar los gastos de la Coronación de Nuestra Señora.
 El hermano mayor que lo es este año don José Moreno Soldán, devoto cual ninguno de la excelsa Pastora, no ha descansado durante todo el año, tanto en lo concerniente a la coronación, como en el cargo que hoy ocupa mereciendo mil plácemes sus trabajos, así como el lunch con el que obsequió, tanto a los demás hermanos como los numerosos invitados que acudieron a su casa, en donde su distinguida señora eh hijo don José, hicieron los honores con la cortesía en ellos característica.
Reina extraordinario entusiasmo para la romería, siendo  incalculable el número romeros que asistirán a ella».

Cómo puede verse el final de la crónica recoge ya el extraordinario ambiente que se vivía en La Palma, sintiéndose la Coronación como algo propio. Así la parte superior de la ráfaga de la corona está formada con imágenes de romerías de la época que nos dan una idea de aquella de 1919, año al que pertenece la fotografía de los jinetes que fue publicada recientemente en la revista Corumbel. Junto a ella nuestra antigua carreta de cajón y el desaparecido Simpecado blanco rodeado de un gran número de romeros en la aldea.  Rematando la corona se encuentra la torre, el corazón de nuestra ciudad, en memoria de todos esos palmerinos  anónimos que nos legaron su amor por la Stma. Virgen .

En los imperiales de la corona cuatro palmerinos que jugaron un papel crucial en la coronación. En el imperial izquierdo el ya referido D. José Moreno Soldán, Hermano Mayor de nuestra Hermandad aquel año, siendo además el presidente de la Junta Local de caballeros que el 28 de julio de 1918 se constituyó en La Palma y actuando como notario en el acto de la Coronación. En el imperial derecho D. Pedro Alonso Morado autor del libro 'La Romería del Rocío' en 1918, una obra fundamental para entender la Coronación, y el presbítero palmerino D. José Aguilar Cabrera quién junto a D. Manuel Siurot  tuvo el privilegio de portar las andas de la Virgen desde la Ermita hasta el tablado instalado en el Real donde posteriormente ocuparon un lugar destacado en la celebración junto al Cardenal Almaraz. Es precisamente Siurot, nuestro ilustre paisano, quien preside el imperial central. Vocal de la Junta Central de la Coronación instituida en Sevilla, fue descrito así por Muñoz y Pavón en su famoso artículo 'La Pelota está en el tejado': «...en Huelva, ahí está el hombre más grande de todos los que han salido de por allí: Siurot, el más rociano "de entre todos los hijos de los hombres"...» Respondiéndole nuestro paisano por carta a ese artículo: «Mi querido amigo: Por la Blanca Paloma de las marismas andaluzas, todo…»

Finalmente, en el canasto de la corona, ese momento que todos ellos anhelaban, un sueño que se hacía realidad  a las once y cuarto de la mañana de aquel 8 de junio cuando todo el amor que sentían se materializaba sobre las sienes de la Virgen del Rocío.

Y si a la Madre le era impuesta una corona de amor la de su Hijo no podía ser menos, un exvoto de la familia Cepeda con Dña. Juana Soldán a la cabeza. Así, al retirar el oro, perlas, diamantes y amatistas de la presea del Pastorcito Divino encontramos a Doña Juana y su hijo Ignacio escoltando, cual mecenas, a la Santísima Virgen ya coronada tal y como lucía aquel 8 de junio. La Madre y el hijo parecen mirarse en la composición mostrando la alegría y satisfacción de haber contribuido en gran manera a fraguar aquel sueño de la Coronación. El papel de D. Ignacio de Cepeda, que años más tarde sería nombrado Vizconde de La Palma, es por todos conocido, siendo vocal en la Junta de caballeros ejercicio un papel fundamental para que todo saliera adelante, ocupando un lugar destacado en la ceremonia celebrada en el Real, en la que ejerció como testigo  y  publicando en 1923 la Crónica de la Coronación. Su madre, Dña. Juana Soldán fue vocal de la Junta Central de señoras y Muñoz y Pavón en su ya mencionado artículo 'La pelota está en el tejado' apelaba a ella como pareja de Siurot para abanderar e impulsar el proyecto en la provincia de Huelva: «Dª Juana Soldán, viuda de Cepeda, primera contribuyente de la provincia… Una hija suya debe la salud a una misericordia de la Virgen». Junto a los Cepeda, en los imperiales de la corona del niño, en el lugar que ocupan las amatistas, aparecen el citado Canónigo hinojero  y el Cardenal Almaraz, dos figuras claves que a pesar de no ser palmerinos no podían faltar en este cartel. Finalmente, dando forma a la cruz de la corona, la fachada de la Ermita tras la remodelación sufrida bajo la dirección de D. Ignacio en 1918. Si antes decía que la torre es el corazón de La Palma, la Ermita lo es del Rocío y en ella se representan todas las generaciones de rocieros que con su amor han ido labrando y enriqueciendo estas preseas.

En cuanto a la composición del cartel la Corona de la Virgen descansa sobre su Dulce Nombre, Rocío, acompañado por el año de la coronación (1919) y el de la presente Romería (2019), bajo los cuales aparece la leyenda "Centenario Coronación”. En la parte inferior la corona del Divino Pastorcito descansa sobre el nombre de nuestro pueblo, en el que 'La Palma' destaca sobre 'del Condado' pues así es como se conocía y se conoce a nuestra Hermandad en el argot rociero. Con esta distribución he querido reflejar como el Rocío está en el centro de nuestra vida así como la singular devoción de La Palma por el Pastorcito Divino.

Para finalizar me gustaría agradecer a mí Hermandad la confianza depositada en mí persona para  la realización de este cartel, el cual no habría sido posible sin la colaboración de muchas personas que en su día aportaron muchas de estas fotografías al archivo de la hermandad o las que las han compartido en otros medios, y como aficionado a la fotografía no puedo olvidarme de aquellos que tuvieron la suerte de captar con sus cámaras estas históricas imágenes, muchos desconocidos, a otros como Bellido o López mi gratitud.  Gracias a todos y en especial a nuestros mayores, a los que descansan en las marismas eternas, sirva este cartel como homenaje a su memoria, particularmente a mis abuelos y bisabuelos que he querido que aparezcan disimuladamente en el cartel pues gracias a ellos hoy estoy aquí y puedo decir que soy rociero. Nos corresponde a nosotros seguir transmitiendo a las generaciones futuras este legado para que se mantenga viva la Fe rociera, tan viva como la de todos aquellos gracias a los cuales hace cien años el Pastorcito Divino y Nuestra Madre del Rocío fueron coronados con una corona de amor.

¡Viva la Virgen del Rocío!